Primero llegaron las webs corporativas; corría el año 1997 y el boom digital irrumpía con fuerza entre las agencias de comunicación y los departamentos de Marketing.
Había que estar en la red, y nuestra página tenía que estar entre las primeras cada vez que el usuario buscara información relacionada con nosotros. Nos rompíamos la cabeza pensando qué palabras “clave” nos acercarían a nuestros clientes mientras llenábamos nuestras webs de contenido corporativo.
Después vinieron MySpace, Youtube, Flickr… y ahora todos hablamos de Facebook y Twitter. La era 2.0 impregna con su retórica grandilocuente todo lo que huela a digital. Y todos, más de una década después, queremos volver a estar y aparecer de nuevo entre los primeros.
El problema es que el contenido corporativo ahora ya no vale, o mejor dicho: se queda corto, tanto para establecer un diálogo con los usuarios como para articular las mejores estrategias de posicionamiento en los buscadores de estas redes.
La pregunta es: ¿realmente los usuarios utilizan los social media para consumir información empresarial tal y como lo hacen en las webs corporativas tradicionales?
No hay que ser muy observador para entender que las cosas han cambiado. Basta con ser usuario de las redes sociales para intuir que la mayoría las utilizamos para estar en contacto con los nuestros, para exhibirnos y, por supuesto, para consumir contenidos relacionados con nuestras pasiones y aficiones. Y es ahí donde está el quid de la cuestión, la clave del marketing de contenidos: en las pasiones y en las aficiones de los usuarios, en acercarnos a éstos con contenidos que realmente les muevan e importen, en ampliar los criterios de búsqueda de nuestra empresa de acuerdo a los gustos de los clientes y no solo de acuerdo a lo que dicta nuestra oferta comercial.
¿Por qué hacer un feed en Twitter sobre las novedades de mi marca de ropa interior femenina si mis clientas consumen sobre todo información relacionada con sus celebrities favoritas? ¿Por qué hacer una página en Facebook sobre mi máquina de afeitar si mis clientes se pasan la vida pensando en el fútbol?
Si las empresas nos dedicáramos a difundir contenidos sobre las pasiones de nuestros clientes, estableceríamos una relación más estrecha con éstos a la vez que multiplicaríamos las posibilidades de ser encontrados en cada búsqueda.
La idea es ofrecer a los clientes contenidos constantemente actualizados en el formato que mejor se adapte a cada usuario y soporte: vídeos, aplicaciones multimedia, reportajes, fotos etc.
Que todo esto sirva para crear nuevos modelos de relación más eficientes y profundos que los que hemos desarrollado hasta ahora. Que opina usted?